Utilización de anavenenos
ofídicos en el tratamiento del cáncer y otras enfermedades crónicas. Más de un centenar de
autores, en todo el mundo, han escrito diversos trabajos sobre el uso terapéutico de los
venenos ofídicos, en el tratamiento del cáncer, en el dolor, en la artrosis y en otras
enfermedades crónicas. Se ha estudiado profundamente la composición de los venenos pero
el trabajo sigue siendo dificultoso por tratarse de un material biológico cambiante. Esto
es precisamente lo que provoca ciertas opiniones de rechazo al empleo de toxoides,
anavenenos y a la técnica de combinación de fracciones como fue el caso del complejo
crotoxina. Los anavenenos (venenos desnaturalizados) pasaron al olvido porque fueron
desplazados por el desarrollo, el avance y la penetración de la moderna industria
farmacéutica, como muchos otros medicamentos hoy tildados de antiguos. A comienzos del
siglo pasado había una veintena de destacados profesionales que utilizaban estas
preparaciones magistrales tanto en medicina humana como veterinaria. En la década
1930-1940 hubo grandes avances en ese campo. Supieron resolver la elección del veneno a
emplear para las experiencias y tratamientos de los enfermos. Casi todos escribieron sus
observaciones con detalles importantes en las historias clínicas de sus pacientes. Fueron
constancias de casos tratados y mejorías obtenidas. Así, el veneno ofídico dio origen
entonces a lo que el profesor Dr. Pedro Castro Escalada (UBA-Medicina) llamó la
ofidioterapia. La publicación de su obra en 1935, titulada "Ofidioterapia" fue
de un valor importantísimo en el tratamiento de enfermedades crónicas, principalmente en
el cáncer con más de 60 casos diversos tratados. El Instituto Butantan (San
Pablo-Brasil) y el Instituto "C.G.Malbrán"(Buenos Aires-Argentina) lo
producían para entregar a pacientes con la indicación del caso. Muchos médicos de
aquellos años trataban con venenos de
serpientes las jaquecas, las neuralgias, las hemorragias, los tumores, los cánceres, la
epilepsia, la lepra, el epitelioma de laringe, la sarcomatosis interna abdominal, los
carcinomas prostático, uterino y vulvar. Todo ello documentado
oportunamente y publicado. Hoy se sabe mucho más. Las actividades fisiopatológicas
fundamentales de los venenos ofídicos siguen siendo las mismas. Esto sugiere en primer
lugar la elección del veneno, luego los elementos celulares son excitados, inhibidos o
destruidos, según la dosis y la susceptibilidad receptora. La acción del veneno sobre
las grasas es la base de sus efectos benéficos aprovechables. Los anavenenos son
soluciones derivadas para el empleo terapéutico y experimental. Los antivenenos son
sueros curativos específicos contra las picaduras directas de los ofidios y de otras
especies ponzoñosas (arañas, alacranes). Los anavenenos tienen una acción local,
analgésica y asintomática como es el caso del crotálico. El derivado bothrópico tiene
una acción citolítica. En combinación actúan como analéptico antitumoral. En
comparación con otros fármacos no provocan inflamación y su supresión brusca no
determina ningún accidente. Actúan inmunológicamente. No existen contraindicaciones
para su empleo. Las dosis deben ser progresivas hasta alcanzar un nivel que permita su
evaluación y continuidad. Tampoco es un fracaso que las primeras aplicaciones no
produzcan efectos; más tarde ejerce su acción. Actualmente, en el mundo, hay muchos
profesionales que siguen tratando a sus pacientes con estas herramientas biológicas de
distintas maneras. Los venenos ofídicos
atacan compuestos químicos y reacciones claves en los organismos animales y por
extensión y similitud también en los humanos. En la composición de estos anavenenos
permanece inalterable una enzima conocida como fosfolipasa A2 (PLA2) que parece ser la
adjudicataria de la actividad antitumoral. Los resultados se observaron en distintos
estudios científicos realizados últimamente en células tumorales en los cuales se
comprobó que los venenos ofídicos aumentan la actividad de los macrófagos. El efecto analgésico agregado resulta del
bajo peso molecular de algunos elementos de su composición. Desde hace casi 15 años
venimos investigando el tema de los anavenenos ofídicos y también de la apitoxina
(veneno de abejas) en colaboración con distintos profesionales. Desde entonces hemos
presentado diversos trabajos sobre estos temas en congresos. En homenaje a todos quienes
participaron hasta hoy en ésta línea de investigación, corresponde recordar que
estos tratamientos vulgarmente llamados "alternativos" fueron serios,
científicos y académicos antecesores de la quimioterapia y radioterapia. Tal vez todos
puedan ser complementarios y/o alternativos, pero esa decisión es personal. Nuestra tarea
es la difusión de esta posibilidad. Para mayor información comuníquese con nosotros.
LOS ANAVENENOS Su acción en el dolor La historia de los venenos ofídicos encierra muchos secretos de la relación existente entre las serpientes y las artes médicas desde las mitologías hasta el presente y desde oriente hasta occidente. Actualmente podemos observar la imagen de serpientes en el logotipo de facultades, instituciones de la salud, clínicas, laboratorios, sistemas de medicina prepaga, empresas de ambulancias, editoriales de revistas especializadas en temas de la salud y farmacias; en países de diferentes idiomas y religiones. El veneno de las serpientes es una enorme fuente de enzimas y proteínas cuyo análisis aun no está completo. Por lo tanto su estudio y aplicación no debe extrañarnos. El ingreso de estos venenos a la terapéutica moderna data de 1920 aproximadamente. Figuras destacadas de la medicina han investigado y utilizado su acción para modificar el curso biológico de distintas enfermedades crónicas. El profesor doctor Pedro Castro Escalada- UBA en 1935 publicó un libro titulado Ofidioterapia, en el cual cita más de 60 casos diversos tratados con anavenenos inyectables en forma intramuscular. Los venenos ofídicos atacan compuestos químicos y reacciones claves en los organismos animales. Esto los convierte en materiales de considerable utilidad potencial. La ponzoña ofídica permite la elaboración de preparados con diversas acciones. Los anavenenos son soluciones derivadas para el empleo terapéutico y experimental. Los antivenenos son sueros curativos específicos contra las picaduras directas de los ofidios. Los anavenenos tienen una acción local, analgésica y sintomática. El anaveneno crotálico se obtiene de la víbora de cascabel autóctona (Crotalus Durissus Terrificus). Su empleo está indicado en el tratamiento de algias, neuralgias, neuritis, dolores tumorales y dolores en general. Reduce el umbral de dolor, alivia o suprime los dolores. Los efectos analgésicos se obtienen por el bajo peso molecular de algunos de sus componentes. Esto ya se conocía pero fue reconfirmado con moderna tecnología en un estudio experimental publicado en la revista Toxicon, publicación oficial de la Sociedad Internacional de Toxinología, en 1993. El empleo de este anaveneno es un instrumento más en el tratamiento del cáncer, la artritis, la artrosis y diversas algias. Su aplicación es compatible con otros medicamentos convencionales y no posee contraindicaciones. Una acción terapéutica global debería ser acompañada por una dieta alcalina. Este criterio se apoya en que la mayoría de las enfermedades se desarrollan con más facilidad en organismos que mantienen una dieta ácida. Esta Fundación está dedicada desde 1989 al estudio de venenos de ofidios y de abejas (Apitoxina) y garantiza ambas preparaciones para uso terapéutico. ANAVENENO BIVALENTE COMPOSICIÓN:
1mg/ml aproximadamente de partes iguales de Bothrops y Crotalus
dur.terr., siendo el Bothrops una combinación al
50% de B.alternatus y B. neuwiedii. Termodesnaturalizados en solución alcoholizada. ACCIÓN
TERAPÉUTICA:
Activador inmunológico y analgésico. Indicado en tumores en
general; en los de proliferación de células jóvenes, embrionarias o no; en tumores
operados actúa como post operatorio preventivo de futuras metástasis. Indicado en:
POSOLOGÍA:
Aplicar en dosis crecientes. Ésta puede ser ajustada al
criterio médico según la evolución del paciente. Se recomienda, de ser posible, no
suspender el tratamiento en forma brusca sino utilizando la misma escala en forma
descendente. Iniciar con una dosis de 0,15 ml e ir aumentando 0,05 ml diariamente hasta
alcanzar la dosis adecuada, las cuales generalmente varían entre 0,60 ml y l ml. La
modificación posterior de la dosis dependerá de la evolución de cada caso. FORMA
DE ADMINISTRACIÓN:
Conviene emplear jeringa de 1 ml y aguja 40x8 para aplicación
intramuscular profunda. En caso de dolor en el zona de la aplicación, tiempo después de
efectuada, en lo sucesivo se puede agregar solvente indoloro (en tal caso se utilizará
una jeringa de mayor contenido). También puede aplicarse subcutáneo y peritumoral (de ser posible) CONTRAINDICACIONES:
No posee, salvo hipersensibilidad específica a alguno de sus
componentes. De presentarse signos alérgicos se debe suspender el tratamiento, reducir la
dosis y/o emplear previamente un
antihistamínico. ANTIDOTISMO:
Si
bien no se ha presentado ningún caso los anavenenos pueden ser antidotados con el suero
específico, por lo que se recomienda evitar el tratamiento en pacientes tratados con el
suero antiofídico de las especies contenidas hasta 90 días después de la última
aplicación. PRESENTACIÓN:
Frasco ampolla estéril para 10 ml con anaveneno desarrollado
por esta Fundación. Se recomienda su conservación en frío evitando la congelación.
ANAVENENO MONOVALENTE DE BOTHROPS POOL COMPOSICIÓN:
1 mg/ml aproximadamente del veneno de Bothrops alternatus y de Bothrops
neuwiedii, aa, termodesnaturalizado en solución alcoholizada. ACCIÓN
TERAPÉUTICA:
Activador inmunológico. Citolítico. Indicado en:
POSOLOGÍA:
Se debe administrar en dosis crecientes. Éstas pueden ser
ajustadas a criterio del profesional según la evolución del caso. La suspensión brusca no produce efectos de
consideración, pero en caso de interrupción calculada se recomienda utilizar una dosis
regresiva. Como dosis básica tipo es conveniente comenzar con 0,15 ml e ir aumentando
0,05 ml diariamente hasta alcanzar una dosis
no inferior a 0,60 ml. La modificación posterior de la dosis y de los tiempos de
aplicación dependerá de la evolución de cada caso en particular. FORMA
DE ADMINISTRACIÓN: La
más utilizada es la vía intramuscular profunda. Conviene emplear jeringa de l ml con
escala decimal y aguja 40x8. También puede utilizarse en forma subcutánea profunda y peritumoral distribuida (de ser accesible). En caso de existir algún dolor
local posterior a las primeras aplicaciones se puede agregar a la dosis un poco de
solvente indoloro, en tal caso se debe utilizar una jeringa de 2 ml. CONTRAINDICACIONES:
No posee, salvo hipersensibilidad
específica a alguno de sus componentes. De presentarse signos alérgicos se debe
suspender el tratamiento, reducir las dosis y/o emplear previamente un antihistamínico. ANTIDOTISMO:
El medicamento puede ser antidotado con el suero específico,
por lo que se recomienda evitar el tratamiento en pacientes tratados con el suero
antiofídico de cualquier especie hasta 90 días después de su aplicación. PRESENTACIÓN: Frasco
ampolla estéril para 10 ml. con anaveneno
desarrollado por esta Fundación. Se recomienda su conservación en frío evitando la
congelación. ANAVENENO MONOVALENTE DE CROTALUS dur.terr. COMPOSICIÓN:
1 mg/ml inicial de veneno termodesnaturalizado de Crotalus
durissus terrificus en solución alcoholizada. ACCIÓN TERAPÉUTICA:
Analgésico y antineurítico. Está indicado en:
POSOLOGÍA:
Se
debe administrar en dosis crecientes. Éstas pueden ser ajustadas a criterio del
profesional según la necesidad y evolución del caso. La suspensión no produce efectos
de consideración, pero en caso de interrupción programada se recomienda utilizar dosis descendientes.
La dosis más empleada comienza con 0,15 ml y aumenta diariamente 0,05 ml hasta llegar a
dosis que pueden variar desde 0,75 ml hasta 2 ml. de ser necesario. En éste último caso
es preferible realizar dos aplicaciones diarias con la mitad del contenido (por ejemplo: l
ml. en la mañana y 1 ml. en la noche). La variación en la dosis y en los tiempos de
aplicación depende de cada caso. FORMA
DE ADMINISTRACIÓN:
La más utilizada es la vía intramuscular profunda. Conviene
emplear jeringa de 1 ml. con escala decimal y aguja 40x8. También puede utilizarse en
forma subcutánea profunda y peritumoral distribuida
(si es accesible). Se puede aplicar en pequeñas cantidades, en décimas de mililitros,
alrededor de una articulación inflamada (coxofemoral, rodilla, hombro). En caso de
existir algún malestar posterior en el lugar de la aplicación, horas después de
aplicada, se puede agregar a la dosis, en lo sucesivo, un poco de solvente indoloro;
entonces se deberá utilizar una jeringa de mayor cantidad. También se pueden repetir las
dosis menores hasta lograr una desensibilización adecuada. CONTRAINDICACIONES:
No posee, salvo hipersensibilidad específica a alguno de sus
componentes. En caso de presentarse algunos
signos alérgicos se debe suspender el tratamiento, reducir las dosis y/o emplear
previamente un antihistamínico. ANTIDOTISMO:
El medicamento puede ser antidotado con el suero específico,
por lo que se recomienda evitar el tratamiento en pacientes tratados con el suero
antiofídico de cualquier especie hasta 90 días después de su suspensión. PRESENTACIÓN:
Frasco ampolla
estéril para 10 ml con anaveneno desarrollado por esta Fundación. Se recomienda su
conservación en frío evitando la congelación.
VENENO
DE ABEJAS EN TERAPÉUTICA En nuestra tarea de divulgación sobre el empleo
terapéutico de venenos y anavenenos ofídicos (popularmente conocidos como
crotoxina), queremos destacar la importancia de la APITOXINA, que es el veneno
de la abeja. Su empleo tiene antecedentes remotos. En el Corán (XVI,71), Hipócrates
también la usaba. Pero desde entonces hasta no hace mucho se empleaba el método de la
apicoterapia (picadura directa de la abeja). Esta forma natural de inoculación acarreó
reacciones alérgicas de todo tipo y provocó impedimentos para su difusión como producto
terapéutico. También las dificultades para su obtención, preparación, conservación y
elaboración han sido obstáculos importantes
que le restaron trascendencia. En la actualidad eso ha sido resuelto con la obtención de
una toxina total, pura, la cual debidamente tratada resulta
en un producto final apto para administrarse por vías intramuscular o subcutánea,
evitando así el trauma de los aguijones y la muerte de la abeja. El valor terapéutico
del veneno de la abeja ha sido ensayado y su eficacia reconocida por más de una eminencia médica. Esta Fundación
ha presentado en colaboración con profesionales independientes y del INPB-ANLIS Dr,
C.G.Malbrán un trabajo sobre diversos estudios realizados con apitoxina obtenida en apiarios del norte de la provincia de Buenos
Aires, en el 7mo. Congreso Internacional de
Toxinología (IST) 2001 en Virginia, E.U.A.
Esta terapia se utiliza desde hace años en renombradas clínicas de Europa y E.U.A. El
valor terapéutico del veneno de abeja radica en la sabia administración con miras a provocar todas aquellas reacciones que se estudiaron al analizar
sus efectos fisiológicos. Su efecto puede compararse al que produce la histamina
administrada en forma inyectable. Existen más de 200 publicaciones científicas en
distintos idiomas que afirman las propiedades terapéuticas de la APITOXINA. Existe un
trabajo sobre su aplicación contra el cáncer, publicado por la Academia de Medicina de
Paris el 28/6/1932. El empleo de la Apitoxina tiene la ventaja de carecer de
contraindicaciones , salvo para quienes son alérgicos al veneno de abeja. En cualquier caso es necesario realizar una prueba
subcutánea previa para su determinación. Su aplicación puede ser intramuscular,
subcutánea o en puntos de acupuntura. El volumen a aplicar es muy pequeño. La duración
del tratamiento no produce dependencia ni acostumbramiento y es breve en comparación con el empleo de corticoides y antinflamatorios.
Esta TOXINA PURA TOTAL DE APIS MELLIFERA ( o APITOXINA) está indicada en Artritis agudas,
crónicas y deformantes, Alergias, Bacilosis,
Bacteriosis, Ciática, Dermatitis, Eczema, Endocarditis, Enfermedad reumática, Fiebre
reumática, Gota, Lepra, Lumbago, Lupus, Miosis, Miositis, Microbiosis, Neuralgias,
Neuritis, Parálisis de Volkman, Pericarditis y Psoriasis. El mecanismo terapéutico de la
APITOXINA es difícil de explicar dada la compleja composición enzimática y su seguimiento en vivo. Abreviando podemos decir
que se trata de buscar una estimulación de la Inmunogammaglobulina(IgG) para bloquear la
reacción de la IgE. El empleo de la APITOXINA induce al aumento del cortisol, lo que
deriva en un efecto antinflamatorio y por su composición de Hialuronidasa agrega un
efecto analgésico en forma natural, evitando así los usos prolongados de corticoides. La
TOXINA PURA TOTAL DE APIS MELLIFERA tiene una marcada propiedad antimicrobiana,
antibacteriana y antibacilar que la convierte en un agente natural para combatir
microorganismos. Su empleo parece incrementar naturalmente la producción de Interferón,
sobre el que se sigue investigando su acción antiviral y anticancerígena. Para mayor
información dirigirse a la FUNDACIÓN DE ESTUDIOS BIOLÓGICOS.
Acción terapéutica del veneno de abejas El
valor terapéutico del veneno de abejas ha sido largamente ensayado y su eficacia
reconocida por más de una eminencia médica mundial. La Apiterapia se utiliza desde hace
años en reconocidas clínicas y hospitales y cientos de médicos y veterinarios la emplean en distintas preparaciones desde comienzos
del siglo veinte. El valor terapéutico del veneno de abeja radica en la sabia
administración, consistente en tratar de provocar todas aquellas reacciones que se
estudiaron al analizar sus efectos fisiológicos. La reacción provocada depende casi
exclusivamente de dos factores: la cantidad de veneno utilizado y la susceptibilidad
individual. Por lo tanto es necesario saber combinar estos factores hasta obtener con
ellos un resultado clínico. En los tratamientos con el veneno de las abejas se debe
estudiar detenidamente este aspecto del valor terapéutico. Se debe apuntar a los efectos
fisiológicos inherentes al veneno que pueden ser considerados como de acción
terapéutica definida. Estos
efectos son dos y desencadenan sus propiedades hemorrágicas y neurotóxicas. La
hemorragina no posee solamente un alto poder sobre la sangre misma sino que actúa
también sobre los vasos capilares. Ésta es sin duda la mejor explicación e
interpretación de su eficacia. El veneno acelera e intensifica la circulación y dilata
los vasos capilares, permitiendo a las células sanguíneas invadir los tejidos. Esto
resulta en un aumento metabólico con un
mayor aporte de oxígeno, con oxidación adecuada, con aumento de temperatura facilitando
así la eliminación de los residuos acumulados y destruyendo el campo bacteriano. En
otras palabras, el veneno de abeja produce exactamente los efectos que son requeridos para
corregir las condiciones patológicas reinantes y restaurar el estado fisiológico normal
que se encontraba alterado. El efecto del veneno puede compararse a aquel que produce la
histamina administrada en forma inyectable. Está comprobado que la exposición al frío y
la quietud producen una disminución de la histamina en las células orgánicas, lo cual
se traduce en una sensación dolorosa. Cuando se incorpora histamina al sistema vuelve a
normalizarse la irrigación sanguínea. El veneno de abeja tiene la propiedad de liberar
el 50% de la histamina tisular; de ahí su acción tan similar a este compuesto normal
sanguíneo. La neurotoxina es semejante en su acción a la de muchos otros venenos del
mismo tipo. Los doctores Arndt y Schulz sostuvieron lo siguiente sobre esta neurotoxina:
1) que los organismos enfermos son más sensibles que los organismos sanos y 2) que
pequeñas dosis de veneno tienen acción estimulante; mientras que dosis elevadas tienen
una acción paralizante. Además, se observa en general, que hay numerosas toxinas que
administradas en dosis cuidadosamente graduadas producen un efecto sedante sobre los
centros nerviosos y actúan como un tónico físico-mental. Muchos
venenos tienen efectos benéficos sobre el organismo; acordando que esto depende de las
dosis. Lo mismo puede decirse del veneno de abeja. La hemorragina, importante componente
del veneno de abeja, dilata los capilares y los hace permeables a la sangre. La acción
neurotóxica de otro de sus componentes es similar, puesto que en la parálisis relaja la
contracción capilar de los filetes nerviosos del gran simpático. Produce una anestesia
intrarraquídea, paralizando los terminales periféricos de los nervios sensorios. El
veneno de abeja posee además un poderoso efecto tónico. Y es indudable una acción más
remota que actúa sobre todo el metabolismo orgánico, ya que se incorpora por medio de
él una sustancia cuyo origen encierra un poder energético aun desconocido, no solamente
en su acción sobre los azúcares, sino también sobre la producción y el aumento de los
glóbulos rojos de la sangre. Resumiendo, se pueden reconocer las siguientes propiedades
farmacológicas: 1-Analgésica.
Posee un poder analgésico en mialgias y neuralgias. Es comparable sólo a los venenos de
Crotalus (cascabel) y de Elápidos (cobra) y como ellos sobrepasa a menudo a la morfina en
determinadas algias. 2-Desensibilizante.
La apitoxina en pequeñas dosis lleva a la desensibilización especial y actúa como
bactericida (estreptococos). Puede ser útil en el tratamiento de la fiebre reumática y
en una serie de afecciones artríticas y alérgicas. 3-Antirreumática.
Según B.F.Beck (Bee Venom Therapy, D.Appleton, New York) el veneno de abeja es el único
fármaco vital, especifico en la fiebre reumática y en la endocarditis. 4-Cardiovascular.
Sus efectos principales son: ligera hipotensión, poliuria y vasodilatación. 5-Vegetativa.
Aumento del peristaltismo intestinal, en especial del yeyuno. Aumento de la sensación de
calor corporal. Aumento de la actividad celular. 6-Humoral.
Polipnea, hiperglicemia. Aumento del nitrógeno urinario y disminución de la colesterina.
7-General.
Revulsivo, flogogeno, eufórico, emenagogo discreto. Libera aproximadamente el 50% de la
histamina tisular. De estas propiedades desprendidas de la vasta experiencia en apiterapia de
Terc, B.F.Beck, Kaiter, M.Vasconcellos, L.Bouchacourt, J.B.Burt, J.S.Chowhan, G.Englund,
Mussio Fohnier J.Sc, F. Rawak como iniciadores en el siglo pasado y de
muchos otros hasta el presente, imposible de citar porque excedería éste espacio,
surgió el veneno de abeja como un agente terapéutico que ya no admite discusión sobre
su valor. Solamente se oponía a su divulgación el delicado empleo para efectuar un
tratamiento adecuado, inherente a sus otras cualidades tóxicas más o menos
violentas. En la
actualidad, con la existencia de preparados a base de apitoxina ya no hay ninguna razón
que impida la aplicación sistemática y extensiva de los tratamientos apiterápicos por
médicos, en particular los reumatólogos, y también por médicos veterinarios. De las
diferentes fracciones que forman parte de la apitoxina, la proteica es la que tiene mayor
importancia, tanto por su acción fisiológica como terapéutica. Una parte de ella es una
proteína llamada melitina. Ésta posee la mayoría de las cualidades farmacológicas. Los
efectos que se le conocen sobre el organismo humano son: reacción inflamatoria, acción
irritante, vasodilatación, analgesia por bloqueo de sinapsis, contracción de la
musculatura lisa y hemólisis. La melitina constituye aproximadamente el 40% del veneno
seco y el resto lo componen 5% de lípidos, l5% de péptidos y otras proteínas y enzimas
(fosfolipasa A, hialuronidasa, azúcares, aminoácidos, ácido ápico y componentes no
identificados según la especie). Las acciones
de la fosfolipasa A y de la hialuronidasa son similares a las de los venenos ofídicos. La
apiterapia consiste en intuir el tratamiento para lograr una adecuada inmunidad. Debemos
señalar que las dosis varían notablemente de un paciente a otro y de una enfermedad a
otra. Importa aquí la susceptibilidad del
paciente. Estos tratamientos exigen una prueba dérmica previa para determinar el nivel de
sensibilidad individual. Luego la terapéutica consiste en administrar dosis crecientes de
apitoxina para estimular la producción de IgG. Podemos definir el tratamiento como
estimulante y desensibilizante de acción inmunológica. El
mecanismo a seguir se aproxima al ejemplo siguiente. Si una dosis inicial ofrece una
marcada reacción local pero el dolor reumático no cesa, debemos considerar la presencia
de cocos de larga data o un frente bacilar especifico o caries. Esto se ve confirmado por
una segunda dosis idéntica que responderá con más violencia local que la anterior. Se
continúa entonces repitiendo la misma dosis, espaciadamente, tras desaparecer los
síntomas de la anterior, hasta obtener una reacción local positiva. Recién entonces se
intenta el aumento de la dosis hasta lograr el grado de inmunidad buscado, el cual estará
indicado por la analgesia manifiesta y el mejoramiento de la condición inicial del
paciente en corto plazo. La
lista de autores sobre el tema, como ya mencionamos anteriormente es abultada. Philipp
Terc, médico fundador de la apiterapia y también apicultor logró el 82,4% de resultados
en su casuística de afecciones reumáticas. Existen más de 200 publicaciones
científicas de distintos países que afirman las propiedades terapéuticas del veneno de
las abejas. La
apitoxina (Toxina pura total) está indicada en: reumatismo muscular, mialgias, lumbago,
neuritis, neuralgias, fiebre reumática, endocarditis, artritis, gota, dermatitis,
eczemas, lupus, psoriasis, alergias, agotamiento, cansancio. Con
el fin de evitar la picadura del insecto, la posterior reacción en la piel y facilitar su
aplicación en casa en cualquier horario y con comodidad, desarrollamos una apitoxina de
alta concentración, estéril y lista para ser utilizada. Debe conservarse en frío sin
congelar para reducir la posible contaminación y el deterioro enzimático. Debe agitarse
antes del uso y preservarse de la exposición al sol. Su aplicación requiere un test
previo de sensibilidad. Se inyectan 2 gotas (0,02ml) preferentemente en la cara interna
del antebrazo. En caso de no presentar reacción alérgica, las pápulas del test
desaparecerán en pocas horas. Alternativas:
1- Hay una reacción local manifiesta y violenta como respuesta al test.
2-Sin reacción local. Actitud
a seguir: 1a: Si la persona es alérgica, requiere el tratamiento similar a la picadura de
abejas. Corticoides y antihistamínicos. En este caso el tratamiento resulta imposible.
1b:
No hay alergia. Sólo reacción local. Esperar que ceda el cuadro. Aplicar nuevamente el
Tes. en días posteriores, alternando los brazos. Cuando desaparezcan las reacciones
locales totalmente, recién se comenzará con la serie de aplicaciones intramusculares y/o
subcutáneas en forma creciente
2: En la seguridad de que no existe reacción o actividad alérgica alguna, se
puede comenzar con la serie de aplicaciones en forma creciente. En un esquema tipo podemos
sugerir comenzar con 0,15 ml. e ir aumentando 0,05 ml. diarios hasta alcanzar una dosis que oscila, en promedio, entre
0,50 ml. y 0,80 ml. cuyo valor lo señala el paciente con una marcada mejoría del cuadro
inicial. Luego de varias aplicaciones iguales se irán distanciando las dosis y
posteriormente reduciendo hasta la suspensión. Para estas aplicaciones se utilizan
jeringas de l ml. con escala decimal y agujas 40x8 para aplicación intramuscular. Los
tratamientos duran entre 45 y 70 días aproximadamente, según los casos. La mejoría
puede ser temporal o permanente y está en relación a la gravedad de inicio.
DIETA ALCALINIZANTE Y DESINTOXICANTE Esquema
básico sugerido NO COMER: Tomate,
berenjena, avena arrollada ( muy poco y esporádicamente). Carnes, fiambres, pollo, quesos
duros y picantes. Salsas picantes y sobrecocidas con aceite. Azúcar (blanca, rubia o
negra), melaza y edulcorantes sintéticos y nada que los contenga, como golosinas,
galletitas, crema chantilly, dulces, mermeladas, bombones, alfajores, etc. Se puede
edulcorar con miel pura o con yerba dulce (Stevia). Harinas muy refinadas (tipo 0000);
pastas y galletas con esa harina. Consumir harinas gruesas, sémola, semolín e
integrales. Gaseosas (cualquier marca, sabor, tipo y calidad), jugos de frutas envasados.
Se pueden tomar los que contienen leche de soja con jugo, de marcas conocidas (SoNatural y
AdeS). No tomar el jugo de las latas de frutas envasadas. No consumir verduras y frutas
envasadas, en lo posible. No se deben consumir alimentos envasados que se pueden obtener
frescos. No tomar alcohol, café, vinagre. Evitar mayonesas, ketchup, salsa golf, mostaza
de mesa y similares. Para condimentar comidas se pueden triturar y/o licuar verduras
(crudas y cocidas) con aceites de maíz puro, oliva y canola .El aceite de canola se
obtiene de la semilla de colza, una variedad de crucífera, que contiene la más alta
concentración en ácidos grasos insaturados y el más bajo contenido en ácidos grasos
saturados. En todas las comidas emplear muy poca sal.
PUEDE COMER TODO LO QUE NO ESTA SEÑALADO ANTERIORMENTE. Coma despacio, sin preocupaciones y mastique muy bien. Quien no pueda masticar o
tenga dificultad para tragar puede licuar las comidas con ayuda de un poco de caldo de
verduras, hecho en casa con verduras frescas. Tome poco líquido con las comidas. Si queda
con apetito agregue una cazuela de arroz integral en cada comida o fruta. Beba 1,5 litros
de agua mineral de montaña por día. DESAYUNO
Frutas de estación. Es
preferible comerlas que hacer jugos. Beber café de malta, te liviano, té verde o mate
cocido. Preferentemente sin leche. Hay galletitas de cereales con miel de distintos gustos
de las firmas Granix y Quaker. Tostadas de pan integral o rodajas de integral casero.
Cereales inflados sin azúcar. MERIENDA
Frutas distintas de las
consumidas en el desayuno. Cambiar también lo que se bebió en el desayuno. Copos de
maíz u otros. La idea es no repetir las mismas comidas sino variar permanentemente. Se
pueden incorporar frutas secas variadas. ALMUERZO LUNES
Polenta de maíz con
ricota y salsa preparada con puerro picado, cebolla y ajo (previamente se pueden poner en
agua y sal para quitarles el gusto fuerte), orégano, laurel, perejil, pimentón dulce-
todos rehogados (saltados) en agua y aceite, por 10 minutos y luego pasado por la
licuadora. Un plato de verduras hervidas o ensalada
con no menos de 5 componentes (repollos, escarola, lechugas, zanahoria, remolacha, verdeo,
cebollín, brócoli, coliflor, etc.) A las ensaladas se les puede agregar según el gusto,
trocitos de papa, arroz, porotos de cualquier especie, garbanzos, aceitunas, huevo duro.
Se les puede agregar limón o salsa de soja, aceite y muy poca sal.. Una manzana. . MARTES
Sopa de crema de verduras
frescas. Pastel de proteína de soja (Nutrisoja granulada de Granix o similar), con papas,
con aceite, sin manteca, al horno y con condimentos naturales. Una fruta de estación.
MIÉRCOLES
Lentejas con salsa de puerro
y zanahoria con un poco de papa cortada en trozos pequeños. Tarta de masa de harina
integral de soja y harina blanca al 50%, con verdura sobre ella, cocinada al horno con un
poco de queso de soja (se le puede agregar un poco de roquefort para variar el gusto) y se
sirve como porción de pizza. Fruta. JUEVES
Fideos dietéticos de harina
integral, soja y verdura, al pesto con salsa de puerro y zanahoria. Tortilla al horno de
verduras (emplear poco huevo) se hace en asadera aceitada y armando la tortilla con un
poco de aceite. Una manzana. VIERNES
Milanesa de soja con una
ensalada de varias verduras, con limón, perejil y aceite. Puré de zapallo, zanahoria y
papa. Puré de manzana. SÁBADO
Sopa de crema de zapallo
fresco (pasado por licuadora).Mezcla de legumbres (garbanzos, lentejas y porotos) con
verduras. Calcular 5 cucharadas de legumbres por persona. Ensalada de frutas. No mezclar
las frutas ácidas con las dulces en una misma comida. DOMINGO
Ravioles de ricota y
verduras frescas con salsa. La salsa se puede hacer con Nutrisoja granulada, zanahoria,
perejil, puerro, poco zapallo, cebolla. Mayonesa de zanahoria con papas y verduras
frescas. Fruta. LUNES
Buseca (hecha con muchas
verduras y legumbres) y Nutrisoja para milanesa cortada en trocitos, similares al
mondongo. Pizza casera de cebolla, morrones, aceitunas, perejil y queso blando tipo
PorSalut o similar y rodajas de tomate. Una manzana. MARTES
Kepis (hamburguesa árabe).
Se hace fácilmente con mitad de trigo burgol (grano de trigo triturado) hervido 2 minutos
y mitad de Nutrisoja granulado, mezclado con ajo y cebolla (puestos previamente en agua
con sal para quien lo desee más liviano de sabor) y perejil. Con esta preparación se
hacen hamburguesas. Se ponen a hornear en una asadera aceitada y se sirve con verdura de
hoja de estación con papas. Fruta. MIÉRCOLES
Sopa de crema de zapallo.
Mayonesa de zanahoria con mezcla de legumbres y Nutrisoja granulado. Una manzana. JUEVES
Canelones de ricota y
verdura con masa integral de panqueques con salsa (de las recomendadas anteriormente).
Puré de manzanas con papas y arvejas frescas. Fruta. VIERNES
Milanesa de soja con papas y
verduras. Croquetas de zanahorias (al horno) con guarnición de arroz integral. SÁBADO
Locro de verduras y
legumbres sin carnes. Ensalada de todas las verduras de estación. Flan casero (sin
azúcar, con miel) DOMINGO
Fideos de harina integral,
soja y verduras con salsa. Zapallitos rellenos con arroz, zanahoria y pan rallado
cubiertos con una crema de zanahoria, cebolla y ajo. Ensalada de frutas. CENAS
Como cena es conveniente
un plato único abundante de sopa o guiso, sin freír, con algunas variantes. Detallamos a
continuación algunos platos para alternar diariamente. Sopa de harina de arroz integral con zapallo, papa y zanahoria licuados. *
Puré espeso de harina de arroz integral con zapallo, papa y zanahoria.* Guiso de verduras
con harina de arroz integral y sopa mezcla de cereales y legumbres. * Sopa de cebada
perlada y verduras. Sopa de avena integral arrollada.* Pastel de papas, zanahoria y
verduras, hecho al horno. * Budín de zapallo, papa, harina de arroz integral y verduras
al horno. * Tarta de harina de arroz integral (20%) y harina blanca 000 (80%) con rodajas
de manzana. * Zapallitos rellenos con arroz, zanahoria, pan rallado y queso blando. *
Fideos integrales al pesto. Una pequeña porción de arroz integral aderezado a gusto. *
Mezcla de verduras con puré. Papas hervidas a la provenzal. * Fugaza casera con ensalada.
Zapallitos rellenos con cereales y verduras. El cuerpo humano posee un equilibrio
ácido-base, expresado químicamente como pH, que en condiciones normales es ligeramente
alcalino. Este equilibrio se mantiene estable debido a dos factores: primero, a los
mecanismos normales de selección y exoneración del organismo y, segundo, al tipo de
comidas que ingerimos. Mientras nuestro cuerpo está normal, soporta un exceso de
alimentos acidificantes. Pero en el caso en que los mecanismos de defensa claudican, es
necesario reducir en mayor o menor medida la ingesta de productos que aumentan la acidosis
del medio interno. Estos procesos químicos destacan la importancia de una base alcalina
en la alimentación humana. Gral.
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